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Sesiones de energía en la Universidad del Barrio: Cultivando mentes críticas

Sesión 1 – Crisis energética

Vivimos un período convulso, con los precios de la energía desbocados, los precios de las materias primas por las nubes y las cadenas de valor de la industria rotas. La causa primera de esta crisis es que la producción de petróleo está en franco declive. Sin combustibles fósiles nuestra civilización industrial está amenazada. La industria petrolera se ha lanzado a la búsqueda de combustibles alternativos, que son más caros, más contaminantes y energéticamente mediocres. Su explotación tiene poco sentido económico.
El negocio de la energía se enfrenta a dos demandas irreconciliables: es imprescindible abandonar los combustibles fósiles, el carbón, el petróleo y el gas, para limitar los daños del calentamiento global y eso hace imperativo conseguir otras fuentes de energía alternativas, que permitan mantener el sistema económico y social, mientras se pone en pie un nuevo sistema energético.
La primera exigencia pone en riesgo los fundamentos del sistema económico y la confianza de los inversores. Ningún país se ha comprometido a hacerlo, en las 27 cumbres que ya se han celebrado sobre el clima. En política doméstica, ningún partido se atreve a proponer, en sus programas, las medidas necesarias
para limitar drásticamente el uso de los combustibles fósiles. Las medidas para frenar el calentamiento global son inelegibles y políticamente tóxicas.
El segundo problema plantea un compromiso entre la falta de horizontes creíbles (para la industria, el transporte, la minería, etc) y la necesidad de que la economía siga creciendo. La falta de transparencia y debate público es clave para mantener la orgía inversora en marcha. Así pues nos encontramos en una encrucijada, en la que la crisis de la energía pone en cuestión el orden
social y económico del capitalismo liberal. La cuestión no es si queremos cambiar o no nuestro modelo energético. La crisis global de agotamiento de la energía fósil y los materiales es ya inevitable y nos coloca ante un dilema: decrecimiento, es decir, una transición ordenada y conducida por la sociedad movilizada, o colapso, una transición caótica, en la que la degradación paulatina de las condiciones de vida y la extensión de la miseria y la desigualdad podrían dar pie a los peores fantasmas de la pobreza y exclusión de gran parte de la población.

Referencias:


 

Sesión 2 – El negocio de la electricidad

El sistema eléctrico en España está dominado por un un oligopolio (Iberdrola, Endesa, Naturgy y en menor medida EDP y Viesgo). El gobierno de J.M. Aznar promulgó la ley 5/1997, que liberalizó el sistema eléctrico, abandonando su finalidad de servicio público. La electricidad es desde entonces un bien de mercado y, como tal, está sometida a los vaivenes del mundo financiero, en un mercado global sin reglas. La factura eléctrica es una de las preocupaciones principales de la población. Los precios de la electricidad cambian de forma vertiginosa y poco previsible, en función de un gran número de factores: el precio de los combustibles, la meteorología, las relaciones comerciales y diplomáticas con otros países, los conflictos bélicos en cualquier punto del planeta o los problemas energéticos de nuestros vecinos franceses y portugueses, cambios que se traducen, finalmente, en una factura al consumidor difícil de comprender. En la charla explicaremos quién y cómo establece el precio de la electricidad, para entender por qué sube o baja el precio de la luz. Analizaremos el contenido de la factura y el sistema de formación de los precios en el mercado mayorista, un tema actualmente sometido a debate en el seno de las instituciones europeas. También explicaremos los contenidos ocultos en la factura, los peajes de acceso y los cargos que, a pesar de estar perfectamente regulados, quedan fuera del conocimiento de la inmensa mayoría de los usuarios. La crisis de la energía ha introducido más complejidad e indeterminación en el negocio eléctrico. El declive de los combustibles fósiles y su encarecimiento, agravado por la guerra desatada por Rusia, ha introducido volatilidad y fuertes distorsiones en la formación del precio de la electricidad por la escasez de gas. La crisis climática, por su parte, obliga a retirar de la generación eléctrica a partir del carbón y el fuel-oil, con el cierre progresivo de centrales térmicas, lo que deja en situación de privilegio a las centrales de gas de ciclo combinado, de gran impacto en el precio de mercado. Reformar el sistema eléctrico es muy difícil. El enorme poder de los oligopolios se sostiene en unas prácticas capaces de burlar los controles democráticos. Los oligopolios nacionales están enraizados en el poder político doméstico, gracias a la práctica de las puertas giratorias, que les asegura capacidad de influencia en las decisiones normativas. Por su parte, el oligopolio transnacional se protege tras una gruesa capa de tratados de comercio y protección de inversiones, que le permiten demandar a los estados ante tribunales privados, al margen de los sistemas judiciales, por las decisiones que pudieran causar una merma en su tasa de beneficio prevista. Sin embargo, la entrada masiva en el sistema de las energías renovables introduce un factor disruptivo en el bien engrasado mecanismo de extracción de rentas que es el negocio eléctrico. Las renovables aportan soluciones esperanzadoras, pero también introducen problemas nuevos, tanto de orden social (como la afectación a los territorios del despliegue de las grandes instalaciones), de orden técnico (como la intermitencia diaria y estacional y la estabilidad de la red como principales desafíos) y de orden económico y político, porque permiten el autoconsumo, la generación distribuida y la formación de comunidades energéticas que pueden zafarse del control del oligopolio. Las renovables pueden reducir nuestra dependencia de la energía fósil y nuclear y son una llave para democratizar la generación y el consumo de energía.

Referencias:

  • Maestre, Antonio. “Franquismo S.A.” Ediciones Akal, 2019
  • Dani Domínguez (Coord.) “Ibex 35. Tres décadas marcando la agenda política de España”. La Marea Ediciones, 2023
  • E.E. “El Sistema Eléctrico Español”. Red Eléctrica, informes del sistema, 2022.
  • Código de la energía eléctrica. B.O.E. (actualizado a 14 de diciembre de 2022)
  • Fabra, Natalia. Funcionamiento y diseño de los mercados eléctricos.
  • Factura de la luz, dónde va cada euro que pagamos. CNMC.
  • Fabra, Jorge. “Faltan aún muchos beneficios caídos del cielo por quitar al precio de la energía eléctrica”. Eldiario.es.
  • Morales, Jorge. “La Sexta, temas”. https://www.lasexta.com/temas/jorge_m…
  • “Puertas giratorias: más de 50 políticos enchufados a la energía”.
  • “No a los tratados de comercio e inversión”. https://www.noalttip.org/
  • CONAMA 2022. “Defender las renovables y defender el territorio: un equilibrio difícil, necesario y alcanzable”.
  • La Marea. “Más energías renovables y más democracia”.


 

Sesión 3 – Geoestrategia energética global. Una mirada hacia 2030

En Europa vivimos la Guerra de Ucrania, la cual es un es hecho más de la confrontación que hay entre dos Imperios, o quizá tres. Esta situación altera las previsiones de la evolución energética, que debería dar respuesta a la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero, y la lucha frente al Cambio Climático.

Ahora la Seguridad Energética ha pasado a primer plano de las miradas políticas, y quizás también de la sociedad. Hemos de analizar la situación política y energética, mirando hacia atrás para entender ciertos hechos, y hacia el futuro para plantearnos los interrogantes que hemos de resolver.

La crisis política y energética que se vivió en 1973 nos cambió, elevó el precio del petróleo y, consecuentemente, el de la energía. Hubo cambios en las relaciones entre países, en las actitudes empresariales y económicas y, también, en los esquemas de consumo de la sociedad rica, la europea o norteamericana.

El esquema de la evolución energética que ahora, en los años 2020, nos habíamos planteado en Europa se dirigía hacia un rápido desarrollo de las energías renovables para la generación eléctrica, que debería ser acompañado de una transformación de la energía final hacia la electrificación de los usos energéticos, en particular de la movilidad.

Ese esquema iba en paralelo a usar el gas natural como soporte del sistema energético, en su parte de electricidad, pero también en otros usos finales; todo ello para reducir en lo posible el consumo de derivados del petróleo. Asumiendo, además, que el carbón y la energía nuclear no debieran ser ya parte del mix energético.

Hemos de hacernos preguntas respecto a varias cuestiones, las cuales en primer lugar se relacionan con el esquema energético del año 2030, fecha en la cual debiéramos dar respuesta a esa primera fase de lo que se ha venido en llamar la Transición Ecológica. No sabemos en qué medida cumpliremos con ella.

También hemos de preguntarnos cuáles serán las relaciones entre países después, o durante, las confrontaciones militares que vivimos no solamente en Europa; es preciso mirar a otros continentes, nosotros en primer lugar a África, que nos suministra energía, pero que vive una gran crisis social.

Referencias: