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Pongamos límites al despilfarro energético en iluminación ornamental y publicitaria

La Plataforma por un Nuevo Modelo Energético (Px1NME) ha planteado al IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) que promueva una regulación restrictiva de la iluminación de los edificios, de las vallas publicitarias, de tramos de autovías y de urbanizaciones sin construir ni habitar.

La transición energética derivada de la emergencia climática obliga a aumentar el consumo de electricidad si queremos electrificar la demanda en los sectores, por ejemplo, del transporte y de los edificios. En ese contexto, sustituir la generación de electricidad fósil y nuclear por fuentes renovables implica también aumentar los impactos sobre el territorio y por la extracción de materiales escasos. Por ello es importante que la demanda de electricidad no se dispare con consumos despilfarradores como los mencionados de la iluminación ornamental y publicitaria.

La iluminación exterior de edificios, la de vallas publicitarias y la de autovías se produce además a partir de la caída del sol, cuando la punta de demanda de electricidad es mayor, y cuando, por ello, tienen que entrar más centrales de gas, con lo que aumenta aún más el precio de la electricidad.

Sobre la iluminación exterior de los edificios es razonable que la tengan algunos de los monumentos que hay en cada ciudad o población considerada turística, pero no es el caso de los cientos de edificios, de oficinas u hoteles que la tienen en casi todas las ciudades. La Px1NME pide que se prohíba la iluminación de edificios por motivos publicitarios o decorativos, salvo que dispongan de una autorización municipal porque tuvieran reconocido legalmente su valor artístico, histórico o monumental.

Asimismo, se pide la prohibición de la iluminación de vallas publicitarias en carreteras, autovías o en el interior de las ciudades y la de los rótulos luminosos publicitarios en azoteas y tejados de edificios. La misma limitación cabría imponer a la iluminación de calles y viales en zonas urbanizadas pero aún sin construir y habitar. Todos estos consumos constituyen un despilfarro de energía que en una situación de emergencia climática y de escasez de recursos no se debería permitir.

Respecto de la iluminación navideña la plataforma plantea que se limite a 1Kw por cada 1.000 habitantes, en horario de 19 a 24 horas, sólo en el período desde el 15 de diciembre al 6 de enero y utilizando exclusivamente luminarias de máxima eficiencia tipo LED. La iluminación navideña se ha convertido en un mecanismo de ostentación municipal, muy ligada a las dinámicas de consumismo de estas fechas, y que supone un despilfarro de energía que va diametralmente en contra de la necesidad de evitar el derroche de recursos y de lanzar mensajes a la ciudadanía que fomenten el ahorro energético.

Estas medidas limitativas del despilfarro en iluminación estaban contempladas en la “Proposición de ley de Ahorro y Uso Eficiente de la Energía”, elaborada por organizaciones ecologistas y sindicales y presentada por el Grupo Parlamentario de IU-ICV en el Congreso de los Diputados en enero de 2008.

Con independencia de que exista una regulación estatal, la Px1NME llama a los ayuntamientos a que establezcan estas limitaciones a través de ordenanzas municipales y a que renuncien a iluminar el exterior de sus propios edificios. Por ello se ha dirigido también a la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias).

La plataforma ciudadana llama la atención de que se ha desarrollado, fundamentalmente desde las directivas comunitarias, una amplia normativa para impulsar la eficiencia energética, que aún no ha sido desarrollada plenamente por las autoridades españolas, pero se están olvidando las medidas regulatorias e incentivadoras del ahorro energético. Ahorro y eficiencia deben ser pilares fundamentales de la transición energética. Y después de ellas la sustitución de combustibles fósiles y nucleares por energías renovables.