El calendario de obligatoriedad de instalación de la contabilización individual de costes de calefacción y agua caliente en edificios existentes llega con 6 años de retraso y con condena desde el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Debido a la confusión generada con este tema a lo largo de estos años consideran que, además de difundir que estas herramientas son ahora obligatorias, es esencial que también se transmita información clara sobre las ventajas que tienen.
El pasado mes de diciembre de 2020 conocíamos la noticia de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) había condenado a España por incumplir las normas de contadores de calefacción y agua caliente.
Lo cierto es que esta condena se suma a una larga lista por incumplimientos de las directivas europeas de energía.
En el caso que nos ocupa, el referente a la contabilización individual de costes de calefacción y agua caliente, merece la pena repasar la historia de cómo nos ha llegado información sobre esta herramienta:
- En edificios de obra nueva la contabilización de costes individuales está regulada desde 1998 y en la actualidad se rige según el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) aprobado en el Real Decreto 1027/2007.
- Quedaba, por tanto, pendiente regular cómo actuar en los edificios existentes que tienen instalaciones colectivas. La Directiva 2012/27/UE recogía en el apartado 3 del artículo 9 la referencia a los contadores individuales.
- En 2014 España traspone la Directiva 2012/27/UE y aparentemente antes de 2016 las comunidades de vecinos tenían que tener instalados los contadores individuales de costes. Se comenzó a hablar sobre el tema en medios, instituciones y comunidades de vecinos e incluso se ofrecieron subvenciones para facilitar su instalación.
Hasta que nos dimos cuenta que realmente se había traspuesto la directiva excepto el apartado apartado 3 del artículo 9 por lo que lo que comenzó comunicándose como una obligación con una fecha marcada pasó a ser algo opcional.
- Varios factores hicieron que, en aquel momento y hasta el presente, muchas comunidades de propietarios se hayan olvidado prácticamente de este tema: Falta de información técnica clara sobre cómo sería la instalación, confusión entre contadores individuales y repartidores de coste, temor de algunos vecinos a salir perjudicados en el reparto de gastos y la posibilidad de posponerlo hasta que sea obligatorio.
- Con más de 6 años de retraso, en agosto de 2020 en el Real Decreto 736/2020 se traspone el apartado referente a contadores individuales para edificios existentes.
Se marca un calendario de obligatoriedad de instalación, que según zona climática y determinadas condiciones del edificio como su uso o número de viviendas, empieza en febrero de 2021 y termina en mayo de 2023.
Se ha perdido un valioso tiempo, por lo que, en este momento, es esencial que se divulguen las ventajas y se facilite la instalación de la contabilización individual de costes de calefacción y agua caliente.
En ese sentido, desde la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, hacen las siguientes propuestas:
Dada la confusión que se ha generado, es necesario divulgar de forma clara los beneficios que tiene la contabilización individual de costes:
- La primera de ellas sería la posibilidad de realizar un consumo consciente: La contabilización individual de costes hace que el consumidor vea cumplido su derecho a pagar en función de lo que gasta y a conocer su consumo de manera periódica para poder adecuar el uso que hace de la energía.
- Ahorro: Conociendo nuestras necesidades reales podremos poner en marcha hábitos de consumo en nuestro hogar que nos permitan utilizar la energía necesaria para estar más confortables sin derrochar. Es importante resaltar que, dentro de la estructura de costes energéticos de los hogares, los consumos de calefacción y agua caliente sanitaria son los más importantes llegando a cerca del 60%. Según el Estudio de ahorros derivados de la contabilización individual de calefacción realizado por la Universidad de Alcalá el ahorro de energía final por temporada, para el conjunto de fincas analizadas, fue de un 24,7% de media, con variaciones comprendidas entre un 17,8 y un 30,8%, en función de las temperaturas de confort máxima y mínima, respectivamente. Estos porcentajes, en términos absolutos, se corresponden con ahorros energéticos de entre 4,6 y 9,6 GWh, siendo la media de 7,0 GWh.
Aclarar las posibles dificultades que se pueden encontrar para poner en marcha su instalación:
- Viabilidad técnica: Es importante explicar de forma clara los aspectos técnicos con guías como la realizada por el IDAE y con charlas divulgativas para administradores de fincas y comunidades de vecinos.
- Antes de la instalación: Aclarar que existen varias soluciones técnicas ( contadores individuales, repartidores de coste y válvulas termostáticas) indicadas dependiendo de si nuestra instalación centralizada tiene distribución en anillo o en columnas.
- Una vez instalados: Mostrar las posibilidades de uso para conseguir mayor confort y ahorro en los hogares.
- Reparto de la contabilización de costes: Es uno de los temas que genera más dudas puesto que algunas viviendas creen verse perjudicadas frente a la situación de reparto proporcional. En el mayor o menor consumo de una vivienda frente a las colindantes entran en juego características como la orientación, la distribución o la calidad de las ventanas que tengamos instaladas. Con el reparto proporcional éramos ajenos a una realidad que nos mostrará ahora claramente la contabilización individual de costes. Si se sabe aprovechar esta información, más que un resultado negativo lo podemos ver como una oportunidad para actuar y mejorar las condiciones de confort de nuestros hogares prestando, desde las instituciones públicas, especial atención y ayuda a las viviendas que sufren pobreza energética.
- Acuerdos en la comunidad de vecinos: En este sentido es muy importante el papel que realizan los administradores de fincas. Aunque ya hay un calendario de obligatoriedad para su instalación, este no será suficiente si existe rechazo dentro de la comunidad.