- La Alianza por el Autoconsumo y la Asociación de Municipios y entidades por la Energía Pública (AMEP) han presentado hoy en Madrid sus propuestas para cambiar el modelo de retribución de las distribuidoras
- En el modelo actual las empresas distribuidoras no tienen incentivos para cumplir los plazos de activación de autoconsumo colectivo establecidos en la norma, lo que provoca un retraso inasumible para la transición energética en nuestro país.
La Alianza por el Autoconsumo y la AMEP han presentado una propuesta de cambio de la retribución a las redes de distribución eléctrica para desbloquear el acceso y conexión a la red de las instalaciones de autoconsumo colectivo. Esta propuesta se enmarca en el proceso de consulta pública que la CNMC ha abierto para revisar la metodología de retribución de las distribuidoras de energía para el siguiente periodo regulatorio (2026-2031).
Para ello, es necesario dejar atrás el modelo de “cuantas más redes despliego, más cobro”. Actualmente, el reconocimiento de la inversión pesa más que la calidad del servicio en el sistema de retribución de las distribuidoras de energía. Eso debe cambiar, hay que garantizar que la calidad del servicio tenga una mayor importancia, además de incentivar la agilización de los trámites necesarios para activar nuevas comunidades energéticas.
El marco normativo por el que se rigen las empresas distribuidoras no ayuda. Tanto es así que el sistema retributivo actual incentiva el bloqueo del autoconsumo colectivo, ya que no incluye la gestión de este tipo de instalaciones ni de otros elementos de energía distribuida. El modelo vigente no promueve incentivos a las empresas distribuidoras que activan nuevas instalaciones de autoconsumo colectivo y fomenta el modelo centralizado, a pesar de ir en contra del interés social.
De esta forma, las empresas que mejor servicio den deberán ser las que más retribución reciban. En concreto, la Alianza por el Autoconsumo y la AMEP proponen:
- Introducir un criterio de retribución basado en la calidad del servicio que sirva para impulsar el autoconsumo colectivo. Esto quiere decir que la retribución que perciben las empresas distribuidoras dependerá de la activación correcta de nuevos autoconsumos colectivos, además de la gestión eficiente de la electricidad inyectada a la red y compartida.
- Introducir requisitos de elaboración de planes de inversión anuales y trianuales de las empresas distribuidoras. Con esta propuesta parte de las inversiones de las compañías se destinaría específicamente a incrementar la capacidad para activar nuevas instalaciones de autoconsumo y autoconsumo colectivo.
El informe jurídico Propuesta normativa para establecer la metodología para el cálculo de la retribución de la actividad de distribución de energía eléctrica por las obligaciones y funciones relativas al autoconsumo de la AMEP incorpora, además, otras 20 propuestas concretas de cambios en la regulación actual para desbloquear esta situación.
El autoconsumo colectivo y las comunidades energéticas no han penetrado tan rápido como requiere la transición energética y la lucha contra la crisis climática. La tramitación se encuentra en una situación de bloqueo, con un retraso que supera con creces el límite de dos meses marcado por ley, tal y como demostró la Alianza por el Autoconsumo en su informe Autoconsumo en España: diagnóstico, retos y propuestas.
La mayor parte de los retrasos se dan cuando las instalaciones colectivas intentan darse de alta con las empresas distribuidoras de energía para poder activar la compensación de excedentes. Los proyectos de autoconsumo colectivo se topan con trámites injustificados, demoras en la gestión de sus expedientes y requerimientos técnicos desproporcionados que bloquean el despegue de este sector clave para la transición energética.
La CNMC ya investigó en 2023 a varias empresas distribuidoras de energía por poner trabas a instalaciones colectivas y actualmente está analizando si los retrasos que sufren a la hora de conectarse a la red son deliberados.
Desde la Alianza por el Autoconsumo y AMEP destacan que es una oportunidad única para derribar las barreras que retrasan la descentralización del sistema. Sólo alineando la retribución de las empresas distribuidoras con la transición ecológica se podrá avanzar en beneficio de las personas y del planeta.