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COP28: El MIA recuerda que la nuclear no es solución a la emergencia climática

Si se pone en marcha el Plan para construir más de 1000 centrales nucleares antes de 2050 va a acelerar la producción de emisiones que causan el cambio climático, porque absorbería una gran parte de los recursos financieros y materiales necesarios para aumentar la eficiencia energética y el despliegue de renovables 

Nada más empezar la COP28  EEUU y Francia han presentado una declaración llamando a triplicar el peso de la energía nuclear en el mundo para 2050.   Es decir, que en 27 años se pase de los 412 reactores que están funcionando ahora a 1.236, lo que viene a ser unas 30 centrales por año.  El contraste con la realidad no respalda el plan:  se están construyendo 61 reactores en todo el mundo y en buena parte de ellos los trabajos llevan ya casi 6 años en marcha.  La construcción de centrales nucleares es muy cara y lenta, multiplicar el número de reactores va a consumir los recursos financieros que necesita la transición a fuentes renovables y la inversión en eficiencia energética.

Es irónico que este plan  lo presenten mandatarios de dos países que sólo tienen 1 proyecto nuclear en construcción cada uno, con un enorme retraso y gasto muy por encima de lo previsto.  Francia comenzó Flammaville-3  hace 15 años, en 2008 y no se sabe cuando estará lista,  su coste ya supera los 12.400 millones €, cuatro veces lo presupuestado.  En EE.UU, su primera construcción en 30 años, se inició en 2013, y tras una década, solo uno de los dos reactores en construcción, Vogtle 3 y 4, está  en marcha desde este verano, acumulando  siete años de retraso y 17 mil millones de dólares por encima del presupuesto.

Solo una treintena de países producen electricidad nuclear, pero en proporciones muy distintas, pues cinco de ellos generan más del 70 % del  total: EE. UU., China, Francia, Rusia y Corea del Sur.   Por eso detrás del plan pro-nuclear  presentado en la COP se transparenta una flagrante injusticia,  pues Francia, muy dependiente de la electricidad nuclear, y con serios problemas técnicos en buena parte de su flota, pretende conseguir financiación para resolverlos a costa de los recursos globales para la lucha climática. Lo mismo puede decirse de EEUU, con 93 reactores con una edad media de más de 42 años, una flota envejecida que ya supera el tiempo de funcionamiento para el que se diseñó esa tecnología .

El Movimiento Ibérico Antinuclear quiere recordar que la energía nuclear NO está libre de emisiones. Tras la electricidad nuclear hay:  minería de uranio; enriquecimiento y fabricación de los elementos del combustible; construcción de las plantas (muy intensiva en cemento, importante emisor de CO2); y recarga periódica de combustible durante su vida útil.  Cuando se cierran, hay que acometer el desmantelamiento de la instalación, con  todos los voluminosos transportes de escombros necesarios; el  almacenamiento de los residuos con distintos niveles de radiactividad (baja y media) y almacenamiento, temporal inicialmente y luego definitivo, de los residuos de alta actividad.

Tampoco aporta estabilidad y soberanía energética,  porque el combustible nuclear es un producto que procede en buena parte de países con serios problemas internos o incluso en guerra:  en 2022 el 17% del uranio utilizado en las centrales de la UE procedió de Rusia (sin sanciones), y más  del 30% de sus aliados Kazajastán y Uzbequistán.  Otro 25% de Niger, un país empobrecido donde recientemente se ha dado un golpe de estado.  Esta dependencia no puede resolverse a corto plazo.

Por supuesto, sigue presente el problema de los residuos radiactivos de alta actividad, el combustible gastado.  Finlandia es el único país que ha comenzado la construcción de un almacén geológico subterráneo  pero persisten dudas sobre la posibilidad de corrosión del sistema de encapsulado de los residuos.

El Movimiento Ibérico Antinuclear declara que la energía nuclear no es limpia y no es una herramienta para la descarbonización, si no un obstáculo para el amplio despliegue de las renovables. Porque compite con las fuentes de financiación y retrasa la amortización de las inversiones.